martes, 19 de junio de 2012

"Analisis del libro el hombre en busca del sentido"




 Me llama la atención  el relato autobiográfico que inician los campos de concentración de la antigua Alemania nazi. Relata la crueldad con la que los soldados  maltrataban a los prisioneros y a su vez explica como incidía la vida en el campo de concentración en la mente del prisionero.

 Al prisionero se le quitaban sus objetos personales y sus documentos de identidad y se les identificaba con un número. Después se hacia una primera selección que para algunos tendría un destino fatal. Agrupaban a los enfermos, deformes, débiles o que en resumen, tenían algún defecto para trabajar y los enviaban a alguno de los campos centrales, provistos de crematorios y cámaras de gas.

Los trabajos forzados de los prisioneros tenían, a veces, una recompensa en forma de cupón. Dicho cupón se podía canjear por una docena de cigarrillos o una docena de raciones de sopa. Normalmente los cupones se guardaban para la sopa, pero, gracias a ellos se podía distinguir cuando un prisionero perdía las ganas de vivir y se fumaba sus cigarros para “disfrutar” de sus últimos días de existencia.

 El internamiento en el campo de   todos los prisioneros del campo fueron transportados al primer campo en tren. Cuando los prisioneros se encontraban en el tren sentían una cierta esperanza de que pudieran volver a sus casas. Al llegar al campo dividieron a los hombres y mujeres, y a los que iban a llevar a la cámara de gas y a los que iban dejar con vida, después de esta selección, les lavaron y les quitaron todo lo que poseían. Tenían que dormir en literas, no se lavaban con mucha frecuencias, ni se cambiaban de ropa en meses. Para ellos era una situación muy angustiosa. Los prisioneros empezaban a sentir una cierta añoranza por su familia y por su hogar. Los castigos se repetían con frecuencia así que al final los prisioneros no sentían piedad u horror. Los sentimientos y las emociones empiezan a desaparecer. Los prisioneros deseaban que se acabara el día, ya que por la noche venían los sueños que por malos que fuesen, serían mejores que la r





Realidad que tenían que sufrir. En el campo no les daban casi comida y se notaba claramente la desnutrición que tenían. Los pensamientos de los prisioneros eran básicamente la esperanza de libertad. Los temas de conversación entre prisioneros se basaban en política y creencias religiosas. En el campo de concentración todos los prisioneros se conformaban con muy poco, ya que tenían que estar satisfechos de estar aún con vida. No podían disfrutar ni de la soledad, ya que siempre estaban vigilados por los guardias. Muchos de los prisioneros pensaban en planear la fuga ya que añoraban la libertad. El hambre y la falta de sueño empezaban a ser un problema. La preocupación que mas importaba a los prisioneros era que si sobrevivirían al campo de concentración. La influencia más deprimente era el tiempo iba a durar el encarcelamiento. En un campo de concentración, el prisionero que pierda la Fe, está condenado. El sentido de la vida en un campo de concentración era luchar contra la muerte o del sentimiento de querer que llegue la muerte. La psicología de los guardias del campamento era: En 1º lugar: existían guardias sádicos, en 2º lugar: guardias muy severos y en 3º lugar: los sentimientos de los guardias que habían sido testigos de las brutales palizas del campo.

Respecto al personaje ´principal vive una crisis debido a lo que yo llamo una catástrofe humana, enfrentado el suceso de una manera resiliente resurgiendo de el evento traumático con gran capacidad para adaptarse a la nueva manera de vivir.

A nivel personal me hace reflexionar respecto a los diversos acontecimientos que te vivido a lo largo de mi vida, situaciones adversas que me han dejado un mal sabor de boca y muchas veces me han hecho desistir perder animo, y darme por vencida, pero la fe en Dios, en mi misma en las personas que me rodean me permite seguir adelante, pero esto no llego por arte de magia me tuvieron que pasar muchas cosas y me permite aprender de ello e integrarlo a mi catalogo de experiencias. El aprender a ser feliz y permitirse hacerlo a pesar de un “mundo difícil”, no era fácil para mí, pero me di cuenta de que  ser feliz no es un derecho sino una obligación, la libertad es permitirse decidir sobre lo que tienes el control y saber cuando las cosas no están en tus manos, pero sobre todo mantenerse fuerte hasta el final.


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