Haciendo referencia a este capítulo de
la serie Mujeres Asesinas, los personajes más sobresalientes que llevan
relación con la mujer delincuente de acuerdo al libro de Hilda Marchiori fueron
Martha Odera, “la monja”, que en este caso ella fue la homicida y Martha
Fernández quien fue víctima, la cual ella ejercía violencia sobre su compañera
(la monja).
De acuerdo al tema
de la mujer delincuente Martha Odera, es una homicida del tipo pasional debido
a que decidió cobrarse la vida de su compañera con quien había tenido una
relación pasional, porque había soportado la violencia física y psicológica, y
había dicho Martha Fernández al convento donde quería ingresar que sostuvieron
esta relación, lo cual la ahorrillo a matarla a cuchillazos.
El crimen fue
altamente sádico y cuando realizó la mujer perdió la conciencia de sí misma,
descargó todos sus impulsos primitivos, tuvo descontrol y resulta que la
personalidad de la monja era masoquista debido a que se autoflagelaba por haber
tenido ese tipo de relación con Martha Fernández. Un simbolismo de esta mujer
fue que se vistió con los hábitos de una monja el día en que asesino.
Por lo cual tiene
un gran relación con la psicosis porque las características predominantes
fueron que presentaba inestabilidad en su persona, así como suprimió su afecto
por su marcado sadismo y sin compasión al momento de matarla, las
investigaciones hechas muestran que Odera nunca presento algún sentimiento de
culpa al ver a su “amiga” muerta.
También se mostro
que esta Odera tenía un problema orgánico que la hizo mostrar esta conducta
delictiva, por lo que considero que se relacionaba con una psicosis orgánica
donde hubo una confusión por parte de la victimaria porque perdió el sentido de
la realidad, de igual manera se encontraba bajo estrés porque tenía que
sostener a su compañera y a la casa, así como el temor a que ella le golpeara.
Probablemente paso por estado maniaco depresivo porque se encontraba optimista
en cuanto a que su amiga la golpeada porque la amaba y que ella tenía la culpa,
y se preocupaba por todo.
Ella es altamente
sensible y aparenta guardarse todo para estar calmada, pero una vez que
descarga todo eso que había introyectado se manifiesta en su conducta agresiva,
su pensamiento se volvió ilógico, pero antes que esto sucediera se encontraba
ansioso, triste y se volvió víctima de un delito (la violencia que sufría),
tenía conductas autodestructivas (cuando se autoflagelaba), sin olvidar que
tenía una conducta hacia el aislamiento por lo cual quería estar en el
convento.
En cuanto al
perfil de Martha Fernández la víctima, tiene rasgos de personalidad
extravertida, era ambivalente, con miedo al abandono porque su padre le
recalcaba que era una carga para él, también era muy agresiva, sádica y
violenta por ser abandonada, lo cual era descargado hacia Martha Odera cada vez
que iba a visitar una de sus amigas quien le ayudó a denunciarla.
Presenta ciertas
características de la mujer homicida debido a que agredía de un modo muy
destructivo, por su marcado descontrol, insensibilidad y sadismo al momento de
maltratar a Martha Odera, presentaba elementos de confusión debido a su
ambivalencia porque violentaba y después se disculpaba por lo sucedido.
Así como mantenía relación afectiva con la su
asesina en la cual predominada una descarga de ira por la frustración de no
tener amor por parte de las personas con quienes se rodeaba. De la misma manera
ella posee ciertos rasgos psicóticos por su marcada agresividad, sadismo y
problemas afectivos.
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